“El principio más profundo de la naturaleza humana es el
anhelo de ser apreciados”
William James
Nacimos para vivir con otros, Ya antes de nacer nuestra vida
depende de una estrecha interrelación con el cuerpo de nuestra madre, al nacer
y por varios años no sobreviviríamos sin recibir atención y afecto .Con el
tiempo vamos haciéndonos más independiente, sin embargo siempre el ser humano
tiene la necesidad de sentirse apreciado, querido y a la vez amar. Nuestras
relaciones interpersonales definen en parte nuestra identidad, somos hijos,
padres hermanos, tíos, amigos vecinos…
Las personas no son todas igualmente sociables; mientras que
algunas necesitan estar permanentemente en compañía, otros prefieren pasar
mucho tiempo a solas. Por más que sean muy sociables, siempre son importantes
los momentos a solas para reflexionar, entregarse a un diálogo interno para
poder entablar una buena relación con otros.
Entablar buenas relaciones con otros, no significa actuar
complaciendo a los demás. El sentimiento de comunidad auténtico consiste lograr
vincularnos sin dejar de conservar nuestra personalidad y libertad de acción
.Debemos decir no , si lo deseamos; de lo contrario la autoestima se verá
severamente dañada No debemos dejarnos manipular, ni avasallar tenemos que
eludir con firmeza a quienes lo intentan; pero tampoco enredarnos en
interminables confrontaciones, sino alejarnos , de lo contrario estas
relaciones nos quitaran energías que podríamos dedicar a aquellas relaciones
que nos producen bienestar . Es fundamental determinar quiénes son importantes
para nosotros y poner todo nuestro esfuerzo para mejorar estos vínculos.
Las relaciones necesitan de cuidado atención e incentivo
permanente para que sobrevivan. Es importante:
.El respeto mutuo, Nunca debemos descalificar ni humillar al
otro; ni permitirlo que lo hagan con nosotros.
.Crear un ambiente de diálogo. Tener una actitud abierta y
receptiva escuchar al otro .Interesarnos, conocer sus necesidades, deseos,
problemas.
.Comprender empáticamente es decir ponernos en su lugar, nos
permitirá encontrar explicaciones a muchas cosas.
.Ser flexibles, respetar opiniones diferentes. Reconocer si
estamos equivocados. Saber cuándo es conveniente hablar y cuando callarnos.
.Aprender a negociar para llegar a puntos de acuerdo.
.Tener en cuenta pequeños detalles que enriquezcan la
relación.
.Tener sentido del humor, saber reírnos de nosotros mismos.
El ritmo vertiginoso de la vida actual hace que le restemos
profundidad a nuestros vínculos, destinemos tiempo y esfuerzo para cultivarlos,
el sentirnos capaces de dar de recibir afecto, es clave para ser feliz.
Psicóloga :Nancy B Puzzi,
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