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jueves, 22 de octubre de 2015

5 FORMAS DE MANTENERTE FELIZMENTE CASADA CON UNA PAREJA , ESPOSO O ESPOSA QUE SUFRE DE ANSIEDAD CRÓNICA .

5 FORMAS DE MANTENERTE FELIZMENTE CASADA CON UNA PAREJA , ESPOSO O ESPOSA QUE SUFRE DE ANSIEDAD CRÓNICA .
Por Maria Fernanda -oct 21, 2015

¿Cómo se siente alguien que lleva 1, 10 ó 20 años junto a una pareja que sufre ansiedad crónica, o cualquier otro desorden de salud mental? ¿Cómo se prepara una persona para convivir con y trabajar al lado de la enfermedad de su ser amado?

Las parejas de las personas que padecen trastornos de ansiedad (o cualquier otro trastorno) también se ven afectadas por el sufrimiento de su ser querido. Ellas necesitan a su vez apoyo, información y estar en contacto con un profesional, no sólo con el objetivo de brindar la mejor ayuda posible desde su lugar, sino también para cuidar de sí mismas.

El esposo de Cecily Kellogg padece ansiedad crónica, y ella escribió un artículo muy interesante al cual tituló: “5 formas en que permanezco felizmente casada con un esposo con ansiedad crónica”. En él, expone su experiencia personal y espera que pueda ser de ayuda para otras personas en situaciones parecidas.

A continuación les ofrezco una traducción del artículo original publicado en la revista TIME:

No somos perfectos, pero así es cómo hacemos que funcione.

Algunas semanas atrás, mientras revisaba la correspondencia, mi corazón cayó hasta mis pies. Recibí una carta del IRS [(Servicio de Impuestos Internos de EEUU, por sus siglas en inglés)]. No era algo crítico pero de todos modos consideré esconder la carta de mi esposo.

Mostrarle una carta del IRS causaría un espiral de ansiedad. Yo tenía trabajo que hacer y no tenía tiempo de ayudarlo con eso. Esto probablemente suena egoísta, pero en los veintidós años que hemos estado juntos, pasé por ese proceso un millón de veces.

Hoy le pregunté cómo lidiaba con la ansiedad antes de la medicación (ahora está tratado, y procesa el estrés mucho mejor). Él me dijo:

“La ansiedad es como esos sueños donde vas caminando por la calle en tu ciudad y de repente te das cuenta de que estás desnudo y descalzo. Aparece sin avisar. Estás bien y después ves algo en un reporte de noticias al azar. Inmediatamente, pensás en tus propios problemas. El estómago se te sale por la garganta. Tu corazón comienza a golpear y retumbar, y te das cuenta que estás teniendo un ataque de ansiedad.”

Él continuó diciendo, “También hay un aspecto compulsivo [de la ansiedad] donde sentís que tenés que hacer algo AHORA, urgentemente, sobre el problema – un sentimiento de que la inacción hará que el mundo se acabe y que el cielo se caiga y que los árboles estallen en llamas.”

¿Cómo te mantenés felizmente casado con alguien con ansiedad?

Acepto la ansiedad
En los inicios de nuestra relación, me enojaba mucho con mi esposo por sus “locuras” constantes. No dejaba de pensar, “¡Sal de esto!” Pero aquí está la cosa: las personas con ansiedad tienen una reacción física y química a las circunstancias. No pueden salir de su trastorno así como vos no podrías deshacerte del cáncer. Dejá de golpear tu cabeza contra esa pared.

Me di cuenta de que no es mi responsabilidad curarlo
Cuando amas a alguien, querés hacerlo sentir mejor. Querés arreglarlo. La ansiedad no es un problema fácil de arreglar y vos no sos el terapeuta.

No es tu trabajo solucionarlo. Podés ofrecer consuelo y apoyo pero nada que digas o hagas sacará a alguien de su ansiedad. Una vez que dejás ir el anhelo de curarlo, entonces vas a encontrar que tanto vos como tu pareja se sienten mejor.

Entiendo que no es mi culpa
Gran parte de la ansiedad de mi marido está ligada a asuntos financieros. Si yo olvido pagar un ticket de estacionamiento y eso genera multas, él se altera mucho y empieza a preocuparse de que nuestro auto sea remolcado.

Seguramente me va a decir que tenemos que encontrar un lugar para estacionar el auto que no sea la calle,  para proteger el auto. Incluso aunque sea un único ticket que fácilmente podemos pagar online. Si bien no pagar el ticket fue MI culpa, su respuesta ansiosa NO lo es. Distinguir ese hecho te va a ayudar a mantener tu cordura.

Acepto mis reacciones y frustración
Algunas veces, tal vez quieras tirar la toalla e irte porque la ansiedad de tu pareja es frustrante. Está bien sentirte de esa manera. A veces yo tengo que alejarme después de alcanzarle a mi marido el número de su psiquiatra.

No olvido cuidar de mi misma
¿Conocés esa indicación que se da en los aviones sobre ponerte tu propia máscara de oxígeno primero, y después ayudar al que está al lado? Esto es muy importante cuando estás tratando con una pareja, incluso si no sufren de ansiedad.

Cuando empiezo a sentirme abrumada por el estrés y su ansiedad, me aseguro de llamar a mis amigos para pasar un rato o ir a ver una película por mi cuenta. Ésto me da un poco de alivio, así puedo ayudarlo sin resentimientos.

La buena noticia de estar casado con alguien con ansiedad es que hoy hay tratamientos disponibles que ayudan.

Con la ayuda de la terapia, mi esposo es muy diferente de lo que era sin ella. Pero yo todavía necesito practicar los consejos que compartí más arriba. No somos una pareja perfecta, pero ¿adivina qué? Estamos felizmente casados, incluso en los días malos.

Como combatir la ansiedad de forma natural

¿Cómo combatir la ansiedad de manera natural?


1. Acepta la ansiedad, conviértete en un observador imparcial

La ansiedad es dañina, lo sabemos y por eso queremos eliminarla. Por tanto, es normal que nuestro primer impulso sea negarla y rechazarla. Sin embargo, la paradoja radica en que mientras más intentemos combatir la ansiedad, más agobiados nos sentiremos. Cuando negamos una emoción o sensación, esta crece. 

De hecho, la mente de una persona ansiosa no está llena de preocupaciones por hechos de su vida cotidiana sino por las metapreocupaciones. Es decir, se preocupan porque se preocupan. Esta persona activa su crítico interior, una voz que le dice constantemente que la ansiedad es intolerable, que es incapaz de mantener el control o que su existencia es miserable. 

De esta forma desencadenan un círculo vicioso que solo sirve para aumentar la ansiedad. Por tanto, no intentes negar la ansiedad que experimentas, simplemente sé consciente de su existencia. Cuando no huyes de una emoción ni la etiquetas como “negativa” puedes adoptar una distancia emocional del problema y recuperar el control de ti mismo.

2. Tómate tu tiempo, no corras

La mayoría de las personas ansiosas se mueven continuamente de un lugar a otro, comen de pie, sin sentarse a la mesa y realizan diferentes tareas a la vez. Su ordenador, por ejemplo, suele ser un caos compuesto por diferentes ventanas y programas abiertos. Y es que lo que expresamos hacia el exterior, no es más que el reflejo de nuestra mente.

Sin embargo, cuando asumimos las tareas cotidianas desde esta perspectiva caótica y apresurada, le estamos dando una retroalimentación muy negativa al cerebro porque es como si le estuviéramos diciendo que debe funcionar aún más deprisa porque las cosas están fuera de control. Como resultado, el cerebro responde aumentando aún más los niveles de cortisol y adrenalina, que generan más ansiedad.

La solución radica en cortar ese círculo vicioso. Disminuye el ritmo y, sobre todo, dale un orden a las tareas que debes realizar a lo largo del día y prioriza las más importantes. Oblígate a bajar la marcha, verás que logras hacer mucho más, con menos estrés.

3. No dejes tareas pendientes, aplica la regla de los 2 minutos

Una de las cosas que más aumenta nuestro estado de ansiedad es saber que tenemos tareas pendientes. De hecho, no son las tareas en sí las que nos desgastan y agotan, sino el recordatorio mental constante de que debemos hacerlas.

Los expertos en productividad personal afirman que para resolver este problema, lo mejor es aplicar la regla de los 2 minutos. En práctica, cuando surja una tarea, si esta no requiere más de 2 minutos, hazla inmediatamente ya que posponerla y recordarla consumirá más energía que llevarla a cabo. Si la tarea demanda más tiempo y no lo tienes, pregúntate si es realmente importante. Si es así, búscale un hueco en tu agenda.

Recuerda que la forma en que organices tu día repercutirá en tu estado mental. Por tanto, no dejes que las tareas se acumulen porque si las dejas para el último momento, solo estarás contribuyendo a que aumente tu nivel de ansiedad. Aprender a organizar tu vida te permitirá eliminar una gran fuente ansiógena: las tareas pendientes y las que te roban energía sin brindar ninguna recompensa a cambio.

4. Reserva una hora del día solo para ti, y haz lo que te venga en gana

En la sociedad en que vivimos, se premia el hacer sobre el ser. Por eso, nos sentimos obligados a correr, a no tener ni un minuto de descanso, porque es sinónimo de pereza, es la antítesis de los valores que promueve la cultura occidental.

De hecho, no es extraño que las personas ansiosas siempre estén llenas de trabajo y proyectos pendientes, no tienen ni siquiera unos minutos al día para dedicarlos a sí mismos. Inmersos en ese estado de tensión constante, no le permiten a su cerebro “desconectar”, como resultado, los niveles de ansiedad se disparan.

Sin embargo, desconectar y estar a solas consigo mismo es tan importante como ser proactivos. Aunque como las personas ansiosas suelen encontrar difícil estar de brazos cruzados, una excelente alternativa consiste en dedicarle al menos una hora cada día a una actividad que realmente disfruten. De esta forma, el cerebro comienza a liberar una serie de neurotransmisores como las endorfinas, que generan un estado de bienestar y relajación.

5. No le prestes demasiada atención a tus pensamientos, cuestiónalos

La mente de una persona ansiosa es su peor enemigo. De hecho, la ansiedad crece a raíz de los pensamientos poco realistas que la persona va desarrollando. Por eso, es fundamental que aprendas a detectarlos y que detengas su curso.

Lo más usual es que la persona ansiosa responda de manera exagerada ante las situaciones de su vida cotidiana. Hace una tormenta en un vaso de agua, piensa que un simple error tendrá consecuencias nefastas. De esta manera, añade una tensión innecesaria.

Por eso, es importante que comiences a cuestionarte esos pensamientos catastrofistas que no se ajustan a la realidad. Pregúntate: ¿Esa preocupación es realista? ¿Cuántas probabilidades existen de que se cumpla? ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Cómo podría manejarlo? 

6. Enfoca las situaciones desde otra perspectiva

La ansiedad está provocada, en gran medida, por el significado que le conferimos a determinadas situaciones. Por eso, una de las estrategias más eficaces para combatir la ansiedad es cambiar la manera en que pensamos en los agentes estresores.

Un estudio realizado en la Universidad de Yale les presentó a algunos dirigentes un vídeo en el que se transmitía la idea que el estrés era potenciador ya que algunas personas dan lo mejor de sí cuando están bajo presión. Durante las dos semanas siguientes estas personas no solo mejoraron su desempeño laboral sino que reportaron menos problemas psicológicos y sus niveles de cortisol, la hormona del estrés, disminuyeron. En el grupo que seguía creyendo que el estrés es negativo no se apreciaron estos cambios.

Por ejemplo, realizar una presentación en público es estresante y genera ansiedad pero, por otra parte, también es una oportunidad para poner a prueba nuestras habilidades y ampliar nuestra red de contactos profesionales. En este sentido, te será de gran ayuda utilizar más a menudo el “sin embargo”. Cuando descubras esos pensamientos irracionales, intenta darles una vuelta utilizando este término. Por ejemplo, si mientras estás estudiando piensas: “no voy a aprobar ese examen”. Reestructura ese pensamiento de forma positiva: “quizás no apruebe ese examen; sin embargo, me voy a esforzar para dar lo mejor de mí”.

7. Aprende a vivir en el “aquí y ahora”

La persona ansiosa suele vivir a caballo entre el pasado y el futuro. Se culpa por lo sucedido y se preocupa o se asusta por lo que podría suceder. De esta forma llena su presente de ansiedad. De hecho, a menudo la ansiedad surge precisamente de esas preocupaciones sobre el futuro. La persona ansiosa sufre una especie de obsesión por el futuro que le hace focalizarse en todos los desastres que podrían ocurrir. 

Sin embargo, para combatir la ansiedad, es importante aprender a centrarse en el presente. Respira, mira a tu alrededor y nota que no está sucediendo nada malo ahora mismo. Disfruta de ello. La práctica del mindfulness puede ayudarte a lograr este cometido. Ni siquiera es necesario que medites, tan solo debes aprender a centrarte en el aquí y ahora, en la experiencia que estás viviendo, sin criticarla y sin dejar que tu mente divague hacia el futuro.

Como probablemente te resultará difícil abandonar de una vez las preocupaciones, puedes establecer lo que se denomina en la Psicología: “Periodo de las Preocupaciones”. Se trata de posponer esos pensamientos hasta que lleguen esos 30 minutos al día en los que te darás permiso para preocuparte todo lo que desees. Pero una vez que hayan pasado, si acuden a tu mente otros pensamientos ansiógenos, deberás posponerlos hasta la próxima sesión.

8. Ten cuidado al ventilar las emociones o te dominarán

Durante muchas décadas, se animó a las personas a reprimir sus sentimientos y emociones. Más tarde, se les dijo que era mejor que las expresaran ya que de esta manera, podían aliviar estados como la ira y la ansiedad. Sin embargo, ahora se ha demostrado que ventilar las emociones no ayuda, necesariamente, a manejarlas, ni disminuye su intensidad.

Psicólogos de la Universidad Estatal de Iowa les pidieron a las personas que escribieran un ensayo y después hicieron valoraciones muy negativas sobre este, con el objetivo de generar ira. A algunas personas se les brindó la posibilidad de descargar su agresividad con un par de guantes, pegándole a una pera de boxeo con la fotografía del evaluador. Otras debían esperar sentadas tranquilas en una habitación. Al final, se evaluó su nivel de frustración e ira. Curiosamente, quienes habían “ventilado” sus emociones se mostraron más agresivos.

Esto no significa que debas reprimir las emociones, sino que debes encontrar la manera adecuada de expresarlas. Golpear una almohada, gritar o descargar tu ira verbal contra alguien puede aumentar los sentimientos negativos. Esto se debe a que hay algunas actividades que activan tu sistema nervioso, en vez de calmarlo, que es lo que necesitas. Por tanto, para combatir la ansiedad, es mejor que optes por actividades que te permitan relajarte verdaderamente. 

9. Practica un poco de ejercicio físico

Una de las mejores estrategias para combatir la ansiedad y el estrés es realizar ejercicio físico. No es necesario que le dediques mucho tiempo, apenas media hora todos los días será suficiente. Aunque es recomendable que sean ejercicios intensos, que son los que permiten que se libere una gran cantidad de endorfinas.

De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Princeton descubrió que la práctica regular de actividad física hace que el cerebro resista mejor los embates del estrés porque se produce una reestructuración a nivel funcional. En práctica, el deporte detiene la actividad de las neuronas del hipocampo ventral, que son las principales encargadas de activar las áreas del cerebro vinculadas con la respuesta de estrés y ansiedad.

Por tanto, es conveniente que al menos cinco veces a la semana dediques tiempo a la práctica de ejercicio. No solo notarás una mejoría a nivel psicológico sino que tu salud física también te lo agradecerá.

10. Aprende a relajarte y a respirar

Las técnicas de relajación son muy eficaces para combatir la ansiedad. Existen diferentes técnicas, una de las más comunes consiste en tensar cada uno de los grupos musculares, para después relajarlos suavemente. De hecho, si sufres ansiedad, es probable que tengas una gran tensión en el cuerpo, sobre todo en la zona de la espalda y el entrecejo. 

También existen técnicas de visualización, que brindan excelentes resultados para quienes tienen una imaginación fértil. Una de las más sencillas consiste en cerrar los ojos e imaginar que estás en un lugar tranquilo que te gusta y en el que te sientes a gusto. Imagina todo con la mayor cantidad de detalles y después, simplemente déjate embargar por las sensaciones positivas que estás experimentando.

Estas técnicas se deben acompañar con una buena respiración. De hecho, aunque no somos conscientes de ello, la respiración es un proceso muy importante a través del cual la mente obtiene una retroalimentación de nuestro estado. Cuando respiramos rápido y de manera superficial, nuestro cerebro entiende que algo no va bien y que podemos estar en peligro, por lo que aumenta el nivel de ansiedad. Cuando respiramos lenta y profundamente, todas las funciones corporales, incluyendo el latido cardiaco, se acompasan y es más fácil relajarse.

miércoles, 21 de octubre de 2015

30 señales que tu pareja te maltrata sicológica mente

Las 30 señales de que tu pareja puede estar maltratándote psicológicamente
La lista que les entrego acerca del comportamiento de la pareja es la siguiente:

1. ¿Controla el dinero que gastas? ¿tienes que pedirle el dinero a tu pareja? ¿pides permiso a la hora de comprar algo, ya sea para ti o para la casa?

2. ¿Te dice cómo tienes que vestirte? ¿si vas de alguna manera que no le gusta se enfada contigo por ello y decides cambiarte de ropa? ¿Hay prendas que ya no te pones porque sabes que a no le gusta que vayas así y vas a tener problemas por ello?

3. ¿Se enfada si inviertes más tiempo en tus amistades o familiares del que considera necesario?

4. ¿Mantienes relaciones sexuales aunque no te apetezcan porque si no se enfada?

5. Contabiliza las veces que haces cosas que no te apetecen o con las que no estás de acuerdo para evitar una discusión.

6. ¿Controla tu móvil y tus redes sociales?

7. ¿Tienes que informarle de tus horarios?

8. ¿Le quita importancia a tus logros personales o profesionales?

9. Cuando haces algo por tu pareja, ¿te lo agradece o te hace sentir que es tu obligación?

10. ¿Organiza tu tiempo libre? ¿Sientes que en los ratos de ocio tienes que consultarle en que invertir tu tiempo?

11. ¿Cuando tienes algún problema lo minimiza con comentarios del tipo: eso no es nada, te quejas de vicio, etc.?

12. ¿Cuando se ha dado una discusión, en la mayoría de las ocasiones cedes tú aún teniendo la razón porque podría pasarse días sin hablarte y haciéndote el vacío?

13. ¿Si tiene un problema fuera del ámbito de la pareja, te hace sentir responsable de ello?

14. ¿Te hace sentir que no sabrías seguir adelante si no estuvieras a su lado?

15. ¿Te sientes culpable cuando enfermas?

16. Si estáis en público, ¿temes decir lo que opinas por si acaso te trae consecuencias con tu pareja?

17. ¿Usa el chantaje emocional a menudo para lograr sus objetivos?

18. ¿Te recuerda una y mil veces los errores que has cometido?

19. ¿Has dejado de contar tus problemas de pareja a tu entorno porque sabes que si se enterase se enfadaría?

20. ¿Temes como decirle algunas cosas porque sabes que su reacción puede ser desproporcionada?

21. ¿Notas que cuando un mismo hecho lo realiza otra persona lo valora más positivamente que si eres tú quien lo realiza?

22. ¿Te sientes incómodo/a si te mira alguien del sexo opuesto por si acaso tu pareja se diera cuenta y pudiera ser motivo de otra discusión?

23. ¿Sientes que necesitas su aprobación en cada cosa que haces, o incluso piensas?

24. ¿La manera en la que se dirige a ti ha cambiado transformándose en imperativa?

25. ¿Sientes que no puedes ser tú mismo/a cuando estás con tu pareja?

26. Ligada a la anterior, ¿sientes que aún sin que esté, cuando quieres ser tú mismo/a piensas en que tal vez le moleste y dejas de hacer las cosas que querías?

27. ¿Te trata como si fuera tu padre/madre en lugar de tu pareja?

28. ¿Las decisiones importantes las toma sin tener en cuenta tu opinión?

29. ¿Te hace dudar de tus capacidades?

30. ¿Sientes miedo?

Consecuencias del maltrato emocional y psicológico
Una vez realizada la tarea, valoro en consulta con las víctimas las consecuencias de este maltrato, que suelen ser estas:

Malestar físico
Baja autoestima
Pérdida de relaciones sociales llevando en muchas ocasiones al aislamiento
Sensación de haber dejado de ser la persona que era
Estrés
Ansiedad
Estado de ánimo deprimido
Alteraciones de los patrones de sueño 
Problemas en la alimentación
Adicción a distintos tipos de sustancias (en las que cabe destacar las benzodiacepinas y el alcohol)
Dejadez y descuido en el aspecto físico
Irritabilidad
Apatía
Sentimientos de impotencia e inutilidad
Indecisión
Inseguridad
Dependencia emocional
Ataques de ira dirigidos a otras personas
Inapetencia sexual
Sentimientos de vergüenza y culpa
Sensación de debilidad
Dificultad en la toma de decisiones
Culpabilidad
Mecanismos de afrontamiento basados en la huida
Sentimientos de inferioridad
Tomando conciencia para poder abandonar las dinámicas de maltrato
El primer paso para hacer frente al maltrato psicológico es saber identificar sus señales, algo difícil ya que son dinámicas no se producen de un día para otro y son señales sutiles de las que apenas nos damos cuenta. 

La intención de este artículo es poder llegar a ser concientes de ello, y si nos sentimos identificados/as poder ser capaces de romper con la dependencia emocional que nos genera.

domingo, 18 de octubre de 2015

El nombre del ángel MAMÁ


Cuenta una antigua leyenda que un niño que estaba por nacer le dijo a DIOS:
- Me dicen que me van a enviar mañana a la tierra ¿Pero como viviré tan pequeño e indefenso como soy?
- Entre muchos ángeles, escogí a uno para tí, que te estará esperando. Y él te cuidará.
- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír. ¿No basta para ser feliz?
-Tú ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás sus manos y serás feliz.
- ¿Cómo entender lo que la gente me habla, si no conozco el extraño idioma que hablan
los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.
- ¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
-Tu ángel juntará tus manitos y te enseñará a hablarme.
- He oído que en la tierra hay hombres malos, ¿Quien me defenderá?
- Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida…
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará de mi y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia,
aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo, pero se oían voces terrestres, y el niño, presuroso repetía suave:
- Dios mío, si ya me voy, dime su nombre, ¿cómo se llamará mi ángel?
- Su nombre no importa, tú le dirás :
MAMÁ.

Anonimo