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sábado, 29 de agosto de 2015

Reflexión temor a equivocarse de Juan P Soto

En nuestra casa todo nos resulta fácil, seguimos pensando que la realidad resulta tan fácil como a estar en tu casa cómodo, relajado, tranquilo, pero no es así, de alguna u otra forma para ver las cosas y comprenderlas tenemos que salir de ahí y fracasar.!!


La palabra fracaso, esa dichosa palabra, es la herramienta de apoyo para lograr avanzar, progresar, aprender…

Sin equivocarse no se consigue triunfar, se puede tropezar en el camino, podrás sangrar en la caída y maldecir las veces que quieras después de ello, pero deberás levantarte y seguir.

En la vida todos tenemos tropiezos que te hacen fuerte, tristezas que te hacen un ser humano, pero para poder continuar viviendo alegre hay que aprender a levantarnos, a salir de los pozos.

A veces se nos pasa el tiempo mirando cómo debemos vivir sin vivir nada y el tiempo pasa y pasa unas veces rápido rápido, otras veces lento lento.

Nos convertimos en estatuas de sal por querer mirar siempre lo que dejamos atrás. El pasado déjalo pasar.

Da la vuelta sin volver a tus pisadas. Dejemos eso a los muertos que quieren salir sin poder continuar viviendo. Por eso se les llama fantasmas. Apariciones. Eco de algo que ya no está.

Seguir no involucra apartarte y ocultarte, seguir es continuar, avanzar, es terminar con lo que te frena en la vida.

Sé tú en cada instante, desde el amor a uno mismo, desde al amor a la vida, desde lo sincero. Desde el mismo deseo de vivir y de continuar viviendo!

El error más grande lo cometemos cuando, por temor a equivocarnos, nos equivocamos dejando de arriesgar en el viaje hacia nuestros objetivos.

No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona. Renuncia a vivir!

Los perfeccionistas tienen cosas positivas, creen en el trabajo bien hecho, procuran terminar bien las cosas, cuidan los detalles. Pero también, tienen bastantes negativas, viven tensos, sufren mucho cuando ven que no siempre pueden llegar a la perfección que tanto anhelan, su minuciosidad les hace ser lentos y con frecuencia son demasiado exigentes con quienes no son tan perfeccionistas como ellos.

Una de las cosas más difíciles de aprender es a equivocarse y no venirse abajo, es saber reconocer un error sin sentirse terriblemente humillado.

Muy a menudo todos nos equivocamos y normalmente más de lo que creemos. Debemos, darnos cuenta de que no es una tragedia equivocarse, recordemos que nadie es perfecto, puesto que la calidad humana no está en no fallar, sino en saber reponerse de esos errores.
                                                                                       Juan P Soto

lunes, 24 de agosto de 2015

Fobia social vs medicina. Dr. Juan P. Soto


Desafío a cualquier médico para que defina de manera categórica qué es la fobia social, Término ambiguo que al no conseguir definir su esencia, hasta el más común de los fóbicos ha de resignarse y tragarse en forma de píldora el concepto que de ella hagan los médicos y psiquiatras.

Si miramos siglos atrás, una bata siempre fue garante de la verdad: en la Edad Media eran los curas quienes decidían quién merecía la hoguera por hereje o bruja, hemos lavado esas sotanas negras volviéndolas blancas y postrándonos ante ellas cuando las viste un médico.

Da risa ver cómo varía el concepto, en cuestión de décadas, de lo que es enfermo y de lo que es sano. El DSM, manual de referencia en psiquiatría, ha ido borrando en menos de 20 años, enfermedades mentales como la homosexualidad o tiempo atrás la masturbación, algunos médicos sostenían que producía ceguera y locura.

Por si fuera poco, las grandes farmacéuticas son las financiadoras de las grandes campañas médicas y de organismos como la OMS. Esto se traduce en que son las que marcan una directriz clara de lo que es enfermedad y de lo que es salud. Todavía nos preguntamos: pero cuántos desórdenes nuevos aparecen cada año. Yo añado: y cuántos medicamentos nuevos surgen por arte de magia para curarlos. Curioso.
No nos damos cuenta de que estamos llamándonos enfermos por vivir y por el paso natural de la edad? Tranquilo, si se encuentra usted mal por ello, tómese un Prozac.
Las enfermedades crónicas, es decir, clientes eternos, se disparan cada año. Como los Trastornos de ansiedad por fobia social: es preferible tenerlos drogados en lugar de invertir tiempo, afecto y amor en personas que lo que sufren es la ansiedad pero posiblemente la de sus padres o de la misma sociedad. Y hablo por experiencia y por lo que veo mis pacientes como médico. Siempre existió el niño tímido, el temeroso o el quieto: ahora todos ellos de adultos caben en la categoría de enfermos fóbicos sociales. Receta, pastilla y solucionado.

Pero un médico siempre tiene razón, aunque se equivoque en su diagnóstico. Por supuesto que habrá médicos que no acudan a la voz de las farmacéuticas y su vocación haga buenas migas con su independencia.

Cuando el contacto entre el enfermo y el médico se da para producir al Estado, no habrá píldora en la farmacia para curar la deshumanización de una profesión. Sobretodo cuando no dejamos que cada cual adulto considere qué es la salud y qué es estar sano.
                                                               Dr. Juan P. Soto

domingo, 23 de agosto de 2015

En primer lugar es necesario cambiar los pensamientos catastróficos

En primer lugar es necesario cambiar los pensamientos catastróficos: “Me van a rechazar”, “Parezco un ridículo”, “Me van a decir que no”, “Me están juzgando”, ese pensamiento automático que lleva a una persona a descartarse a sí misma por pensar que va a suceder lo peor en cualquier cosa que hagan.

Cuando nos comunicamos con los demás, todos tratamos de entender qué le pasa al otro. Por ejemplo, podemos preguntar: “¿Estás bien?, te veo más o menos”, es decir, tratamos de leer el pensamiento. Pero si en cambio decimos: “Te aburro con lo que te estoy diciendo ¿no?”, hay una distorsión en la comunicación.

En la fobia social, en el miedo a la gente, esa lectura de pensamiento es constante y siempre es catastrófica. Se calcula que la mitad de la gente que tiene fobia social, ha pasado por una experiencia humillante en su infancia, una experiencia de encierro, de burla, de maltrato, de descalificación, fundamentalmente por parte de sus padres. 

Es por eso que nunca tenemos que humillar a nuestros hijos, pegarles, lastimarlos físicamente ni verbalmente bajo ningún concepto: la violencia nunca es un método educativo, no sirve en absoluto, todo lo contrario, destruye.

Todo ser humano necesita ser validado, motivado, felicitado para que de su interior pueda surgir lo mejor de sí mismo. Cambiar la cultura de la descalificación por una cultura positiva de la validación y de la bendición hará que la persona pueda dar lo mejor que tiene para dar.

#‎HeridasEmocionales por Bernardo Stamateas