En nuestra casa todo nos resulta fácil, seguimos pensando
que la realidad resulta tan fácil como a estar en tu casa cómodo, relajado,
tranquilo, pero no es así, de alguna u otra forma para ver las cosas y
comprenderlas tenemos que salir de ahí y fracasar.!!
La palabra fracaso, esa dichosa palabra, es la herramienta
de apoyo para lograr avanzar, progresar, aprender…
Sin equivocarse no se consigue triunfar, se puede tropezar
en el camino, podrás sangrar en la caída y maldecir las veces que quieras
después de ello, pero deberás levantarte y seguir.
En la vida todos tenemos tropiezos que te hacen fuerte,
tristezas que te hacen un ser humano, pero para poder continuar viviendo alegre
hay que aprender a levantarnos, a salir de los pozos.
A veces se nos pasa el tiempo mirando cómo debemos vivir sin
vivir nada y el tiempo pasa y pasa unas veces rápido rápido, otras veces lento
lento.
Nos convertimos en estatuas de sal por querer mirar siempre
lo que dejamos atrás. El pasado déjalo pasar.
Da la vuelta sin volver a tus pisadas. Dejemos eso a los
muertos que quieren salir sin poder continuar viviendo. Por eso se les llama
fantasmas. Apariciones. Eco de algo que ya no está.
Seguir no involucra apartarte y ocultarte, seguir es
continuar, avanzar, es terminar con lo que te frena en la vida.
Sé tú en cada instante, desde el amor a uno mismo, desde al
amor a la vida, desde lo sincero. Desde el mismo deseo de vivir y de continuar
viviendo!
El error más grande lo cometemos cuando, por temor a
equivocarnos, nos equivocamos dejando de arriesgar en el viaje hacia nuestros
objetivos.
No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para
alcanzar sus metas, se equivoca aquel que por temor a equivocarse no acciona.
Renuncia a vivir!
Los perfeccionistas tienen cosas positivas, creen en el
trabajo bien hecho, procuran terminar bien las cosas, cuidan los detalles. Pero
también, tienen bastantes negativas, viven tensos, sufren mucho cuando ven que
no siempre pueden llegar a la perfección que tanto anhelan, su minuciosidad les
hace ser lentos y con frecuencia son demasiado exigentes con quienes no son tan
perfeccionistas como ellos.
Una de las cosas más difíciles de aprender es a equivocarse
y no venirse abajo, es saber reconocer un error sin sentirse terriblemente
humillado.
Muy a menudo todos nos equivocamos y normalmente más de lo
que creemos. Debemos, darnos cuenta de que no es una tragedia equivocarse,
recordemos que nadie es perfecto, puesto que la calidad humana no está en no
fallar, sino en saber reponerse de esos errores.
Juan P Soto