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viernes, 7 de agosto de 2015

Me sorprendio el escrito que nos dejo una mujer ciega en el grupo

 
Hola querido grupo:

Me presento soy Gabriela de tucumán Argentina, tengo 37 años, divorciada sin niños, profesora en educación especial y estudiante de sicología y creo que lo menos importante de mi vida es que soy ciega de nacimiento...

Se que la vida no es fácil pero soy una convencida de que los miedos hay que vencerlos...
les traigo un regalito espero les guste y mucha fuerza para todos...

, CREO EN LAS PERSONAS
...
Especialmente en aquellas que se les ve algo más que la humanidad. Aquellas que a veces la gente confunde con ángeles u otras entidades divinas.

Hablo de aquellas personas que existen en nuestras vidas, que engrandecen nuestro espacio con pequeñas alegrías.

De aquellas que miran a los ojos porque son verdaderas, que hacen elogios, que agradecen y piden disculpas con la misma simplicidad que un niño.

Personas que no necesitan hacer trampas para conseguir lo que buscan, porque sus deseos se muestran en sus acciones y reacciones, no en sus caprichos.

Personas que hacen el bien y te protegen del mal con una sonrisa, una palabra, un beso, un abrazo, una oración.

Personas que van por la vida sin miedo a la oscuridad, que caminan firmes y levantan la cabeza en momentos de completa desesperanza.

Personas que se equivocan más veces de las que aciertan, que aprenden más de lo que enseñan y viven más de lo que sueñan.
Personas que cuidan de su cuerpo, porque les acompañará hasta el final. Que no distinguen entre ricos o pobres, gordos o flacos, negros o blancos.

Personas, simplemente personas, que no siempre están seguros de todo, pero siempre cumplen. Transparentes, amigas, espontáneas, a veces ingenuas.

Prefiero creer en relaciones basadas en la confianza, la serenidad, la humildad y la sinceridad. 

Prefiero creer en aquellos encuentros que nos transmiten paz y tranquilidad.

Prefiero creer en hombres y mujeres que reverencian la vida con la misma intensidad que un gran amor.que pasan por la Tierra y dejan su huella, su recuerdo.
Hombres y mujeres que habitan el perfecto universo y el orden de la existencia. 
 Hombres y mujeres de alma limpia y puros de corazón.

                                                    Alma llena de amor

Depresión - analisis completo para entender y superar la depresión


¿Cómo se llega a conocer el inconsciente?



El inconsciente puede llegar a conocerse a través de algunas de sus manifestaciones que son:

Sueños

Actos fallidos (equivocaciones, olvidos)

Síntomas neuróticos

Estas manifestaciones proporcionan datos que permiten conocer los contenidos que no llegan a la conciencia. No es fácil comprenderlos ya que su real significado aparece deformado.

Ahora vamos a hablar de cada uno de ellos.

LOS SUEÑOS

Para Freud los sueños fueron el elemento más apropiado para llegar al conocimiento del inconsciente, les llamó la VIA REGIA del inconsciente. Los sueños son realización de los deseos.

¿Cómo se explica que muchas veces soñemos cosas tan desagradables? Esto se debe a que los deseos que se realizan en el sueño son deseos inconscientes y estos no siempre son coincidentes con los que deseamos en forma consciente. Esos deseos aparecen disfrazados en lo que soñamos, por lo tanto no es fácil conocerlos. En el sueño se distingue entre un contenido manifiesto, que es el relato de lo que soñamos, y un contenido latente que se refiere al real significado que tiene el sueño.

LOS ACTOS FALLIDOS

Es otra de las manifestaciones el inconsciente. Se llama actos fallidos a aquellos olvidos de nombres o palabra, equivocaciones al leer, escribir o hacer algo, a las situaciones y errores que cometemos en la vida diaria ya que se deben a causas desconocidas, surgen involuntariamente. Muchas veces cometemos actos fallidos en los cuales nos es relativamente fácil reconocer el deseo inconsciente que estamos expresando a través de ellos.

LOS SÍNTOMAS NEURÓTICOS

A diferencia de las anteriores manifestaciones del inconsciente, los síntomas neuróticos indican algún grado de patología. En el caso de los síntomas neuróticos, la señal está indicando algún desajuste psíquico entre un deseo inconsciente y la imposibilidad de satisfacerlo. La mayoría de las personas portamos algún tipo de síntoma neurótico, ello no es sinónimo de enfermedad mental ni de desequilibrio.

Ejemplo:

una persona jamás sale sin volverse varias veces a comprobar si ha cerrado la puerta.

Un chico que cada vez que debe rendir un examen oral, queda afónico.

Un niño de 6 años que cada vez que su madre intenta dejarlo en la puerta de la escuela tiene una crisis de de angustia.


La evolución que tendrá la neurosis expresada a través de esas conductas dependerá de muchas razones internas y externas de cada uno.

Información sacada del Rincón de vago 
http://html.rincondelvago.com/psicoanalisis_primera-topica-de-freud.html

Tratamiento para la fobia social (video 1 de 4)


Tratamiento de la Fobia Social (video 4 de 4)


Tratamiento de la Fobia Social (video 2 de 4)


Tratamiento de la Fobia Social (video 3 de 4)


jueves, 6 de agosto de 2015

La historia de vida de Tochtli y como llego a su vida la fobia social



¡AL FIN MI HISTORIA BREVE, AMIGOS!

Mi primera infancia estuvo muy bonita.Mi familia es sumamente extrovertida y supongo que me brindaron muchas herramientas para socializar desde pequeño.

Cuando tenía 11 años comencé a vivir violencia intrafamiliar. .Mi padre maltrataba mi mamá, y ellos a su vez a mi. Lo más remoto que recuerdo es que comencé a sentir timidez cuando iba a la primaria. Afortunadamente no viví "bullying" como tal. Sin embargo, en el último año de primaria, 6to; la mayoría de mis compañeritos cerraron la puerta del salón y acto seguido me golpearon, patearon y escupieron, diciéndome improperios justificados en que "era un niño con buenas calificaciones, sangrón (alzado) y presumido", y que debía recibir "mi merecido". 

Este hecho caló mucho en mi. No les conté nada a mis padres pues ellos ya vivían enmedio de violencia y "no quise molestarlos más".
Cuando entré a secundaria, comencé por sí solo a tener miedo de los compañeros (aunque no me molestaban), empecé a temer de que me hiciesen algo por lo que decía o hacía. Solo tuve dos amigos. Algo, sin embargo, debo confesar. Para "evitar ser una futura víctima del bullying", me hice bravo. 

Quise defender a mis amigos, que eran generalmente buleados. Y como me daba mucho coraje, a su vez yo molestaba y trataba de burlarme de los "buleadores". El haber participado en un concurso nacional de Geografía me dio más inmunidad en la secundaria, sin embargo el caldo de cultivo de la fobia ya estaba...

Cuando entré a la preparatoria, inexplicable (o explicablemente), me comencé a sentir mal. No tuve ningún amigo durante dos años. Mi mandíbula crecía más de lo normal, y eso causó en mi mismo complejos físicos. Eso, sumado a mi primera declaración de amor hacia una chica, quien me rechazó, me empezó a dar entender que yo "era feo y estúpido". El estar aislado generó vulnerabilidad en mi, y algunos compañeros me ponían apodos, que aunque me defendía, en el fondo sentía que tenían ellos la razón en burlarse. Pero al mismo tiempo entendí que era malo estar aislado y debía buscar a chavos que me entendieran. 

Así, en el último año de preparatoria, tuve amigos, ¡y eran muchos, y qué amigos!. Todos compartíamos en común el haber sido rechazados por los demás compañeros. La mayoría éramos de talante para estudiar y tener buenas notas, y demás dones. Esto generó un espíritu de camaradería y fraternidad que hasta la fecha agradezco, pues evitó mayores daños a futuro. 

Otra cosa sucedió: Un rechazo implacable hacia los "malos compañeros, los burlones", nos hizo tener un ¡infundado sentimiento de superioridad! De facto creamos una tesis en donde decíamos que la gente nos rechazaba "porque en realidad nosotros éramos superiores, y debíamos vengarnos y castigarlos". Así, formamos una especie de grupo donde todos en bola atacábamos a los chicos que molestaban a nuestros amigos. Esto creó en mi un SENTIMIENTO DE DEFENSA MUTUA para con mis seres queridos.

La fobia entró casi de golpe (aunque en realidad ya estaba ahí), cuando entré a la universidad. No esperaba que mis amigos de preparatoria se alejaran por conflictos internos. Me sentí solo como nunca. Y empezaba a tener los síntomas de la fobia. Me daba ya verguenza participar y exponer, luego otra chica me rechaza y me sentí peor. 

Me asocié con "chicos malos" y agarré la bebida, esto creó muchos ridículos, a pesar de que me sentía bien alcoholizado, la ansiedad se disparó 200%. Los ridículos de las borracheras, sumado a un terrible suceso del primer ataque de ansiedad ocurrido en la ciudad de Zacatecas, enfrente de la Gobernadora y el posterior escarnio, más mi mayor aislamiento; me hicieron caer en depresión.
Dejé de ir secretamente a la universidad. Mis padres no tardaron en enterarse. Cuando lo hicieron me reprendieron tan fuerte, que no aguanté y me fui a Acapulco (playa mexicana), con el objetivo de suicidarme, ahogándome. Cosa que milagrosamente no sucedió. Esto generó una verdadera alerta en toda mi familia. Mi padre me obligó a trabajar en su centro de trabajo, cosa que aunque me resistí, no pude revertirlo. 

El estar obligado a socializar me ayudó, sin embargo. Unos tíos me pagaron una psicóloga, quien me dijo que lo que tenía era fobia social. Me brindó muchas herramientas para mejorar. Al poco tiempo además acudí al psiquiatra, quien me recetó paroxetina y alprazolam. A su vez, tuve mi primera novia (curiosamente se dio en pleno apogeo de la ansiedad), y dos amigos volvieron conmigo. ¡Mejoré tanto en un año (2008-2009) que a la fecha le llamo a ese evento "El Gran Salto Adelante"!
En 2009 volví a la universidad, después de un año de no asistir. Me sentí mejor. Sin embargo hubo recaídas, y me di cuenta fuertemente que debía aceptar vivir con esta enfermedad. Que mi vida no sería igual. Esto me ha costado mucho. En ese mismo año por Internet (YouTube), conocí a los primeros hermanos fóbicos (uno de ellos se hizo mi amigo físicamente).

Fue entonces que se alumbró la idea en mi, de que debía conocer más fóbicos de mi ciudad, comenzar a juntarnos, y, ¿porqué no? Viajar para conocer a los fóbicos de los estados (pues podía costearlo). Además viajaba a otras ciudades solo, para superar la ansiedad, y vaya que me ayudó. Rescaté el espíritu de camaradería que obtuve desde la preparatoria, y realmente me ha ayudado.

Desde 2012 he estado en Facebook, y conocido a gente muy buena aquí, hermanos y hermanas fóbicas. He aprendido mucho de ellos y ellos de mi. Además, otra cosa me ayudó mucho. Comencé a acercarme al conocimiento espiritual, cosa que me ha dado un camino a seguir.

Este fue mi relato, amigos y amigas.

¡Abajo la fobia, arriba nosotros! ¡La fobia no pasará! ¡Unidos venceremos!Gracias por leerme
                                                                       Tochtli