Mi primera infancia estuvo muy bonita.Mi familia es
sumamente extrovertida y supongo que me brindaron muchas herramientas para
socializar desde pequeño.
Cuando tenía 11 años comencé a vivir violencia
intrafamiliar. .Mi padre maltrataba mi mamá, y ellos a su vez a mi. Lo más
remoto que recuerdo es que comencé a sentir timidez cuando iba a la primaria.
Afortunadamente no viví "bullying" como tal. Sin embargo, en el
último año de primaria, 6to; la mayoría de mis compañeritos cerraron la puerta
del salón y acto seguido me golpearon, patearon y escupieron, diciéndome
improperios justificados en que "era un niño con buenas calificaciones,
sangrón (alzado) y presumido", y que debía recibir "mi
merecido".
Este hecho caló mucho en mi. No les conté nada a mis padres pues
ellos ya vivían enmedio de violencia y "no quise molestarlos más".
Cuando entré a secundaria, comencé por sí solo a tener miedo
de los compañeros (aunque no me molestaban), empecé a temer de que me hiciesen
algo por lo que decía o hacía. Solo tuve dos amigos. Algo, sin embargo, debo
confesar. Para "evitar ser una futura víctima del bullying", me hice
bravo.
Quise defender a mis amigos, que eran generalmente buleados. Y como me
daba mucho coraje, a su vez yo molestaba y trataba de burlarme de los
"buleadores". El haber participado en un concurso nacional de
Geografía me dio más inmunidad en la secundaria, sin embargo el caldo de
cultivo de la fobia ya estaba...
Cuando entré a la preparatoria, inexplicable (o
explicablemente), me comencé a sentir mal. No tuve ningún amigo durante dos
años. Mi mandíbula crecía más de lo normal, y eso causó en mi mismo complejos
físicos. Eso, sumado a mi primera declaración de amor hacia una chica, quien me
rechazó, me empezó a dar entender que yo "era feo y estúpido". El estar
aislado generó vulnerabilidad en mi, y algunos compañeros me ponían apodos, que
aunque me defendía, en el fondo sentía que tenían ellos la razón en burlarse.
Pero al mismo tiempo entendí que era malo estar aislado y debía buscar a chavos
que me entendieran.
Así, en el último año de preparatoria, tuve amigos, ¡y eran
muchos, y qué amigos!. Todos compartíamos en común el haber sido rechazados por
los demás compañeros. La mayoría éramos de talante para estudiar y tener buenas
notas, y demás dones. Esto generó un espíritu de camaradería y fraternidad que
hasta la fecha agradezco, pues evitó mayores daños a futuro.
Otra cosa sucedió:
Un rechazo implacable hacia los "malos compañeros, los burlones", nos
hizo tener un ¡infundado sentimiento de superioridad! De facto creamos una
tesis en donde decíamos que la gente nos rechazaba "porque en realidad
nosotros éramos superiores, y debíamos vengarnos y castigarlos". Así,
formamos una especie de grupo donde todos en bola atacábamos a los chicos que
molestaban a nuestros amigos. Esto creó en mi un SENTIMIENTO DE DEFENSA MUTUA
para con mis seres queridos.
La fobia entró casi de golpe (aunque en realidad ya estaba
ahí), cuando entré a la universidad. No esperaba que mis amigos de preparatoria
se alejaran por conflictos internos. Me sentí solo como nunca. Y empezaba a
tener los síntomas de la fobia. Me daba ya verguenza participar y exponer,
luego otra chica me rechaza y me sentí peor.
Me asocié con "chicos
malos" y agarré la bebida, esto creó muchos ridículos, a pesar de que me
sentía bien alcoholizado, la ansiedad se disparó 200%. Los ridículos de las
borracheras, sumado a un terrible suceso del primer ataque de ansiedad ocurrido
en la ciudad de Zacatecas, enfrente de la Gobernadora y el posterior escarnio,
más mi mayor aislamiento; me hicieron caer en depresión.
Dejé de ir secretamente a la universidad. Mis padres no
tardaron en enterarse. Cuando lo hicieron me reprendieron tan fuerte, que no
aguanté y me fui a Acapulco (playa mexicana), con el objetivo de suicidarme,
ahogándome. Cosa que milagrosamente no sucedió. Esto generó una verdadera
alerta en toda mi familia. Mi padre me obligó a trabajar en su centro de
trabajo, cosa que aunque me resistí, no pude revertirlo.
El estar obligado a
socializar me ayudó, sin embargo. Unos tíos me pagaron una psicóloga, quien me
dijo que lo que tenía era fobia social. Me brindó muchas herramientas para
mejorar. Al poco tiempo además acudí al psiquiatra, quien me recetó paroxetina
y alprazolam. A su vez, tuve mi primera novia (curiosamente se dio en pleno
apogeo de la ansiedad), y dos amigos volvieron conmigo. ¡Mejoré tanto en un año
(2008-2009) que a la fecha le llamo a ese evento "El Gran Salto
Adelante"!
En 2009 volví a la universidad, después de un año de no
asistir. Me sentí mejor. Sin embargo hubo recaídas, y me di cuenta fuertemente
que debía aceptar vivir con esta enfermedad. Que mi vida no sería igual. Esto
me ha costado mucho. En ese mismo año por Internet (YouTube), conocí a los
primeros hermanos fóbicos (uno de ellos se hizo mi amigo físicamente).
Fue entonces que se alumbró la idea en mi, de que debía
conocer más fóbicos de mi ciudad, comenzar a juntarnos, y, ¿porqué no? Viajar
para conocer a los fóbicos de los estados (pues podía costearlo). Además
viajaba a otras ciudades solo, para superar la ansiedad, y vaya que me ayudó.
Rescaté el espíritu de camaradería que obtuve desde la preparatoria, y
realmente me ha ayudado.
Desde 2012 he estado en Facebook, y conocido a gente muy
buena aquí, hermanos y hermanas fóbicas. He aprendido mucho de ellos y ellos de
mi. Además, otra cosa me ayudó mucho. Comencé a acercarme al conocimiento
espiritual, cosa que me ha dado un camino a seguir.
Este fue mi relato, amigos y amigas.
¡Abajo la fobia, arriba nosotros! ¡La fobia no pasará!
¡Unidos venceremos!Gracias por leerme
Tochtli
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