A lo largo de la vida vamos representando distintos roles a los
que nos aferramos como tabla de salvación para construir nuestra identidad .Nos
vamos poniendo una máscara como una coraza para relacionarnos con los demás, para
que el otro no descubra nuestras
debilidades .
El problema surge cuando esta máscara comienza hacerse rígida. ,
pasando a ser parte de nosotros mismos y no somos capaces de ser más de lo que nos impone la sociedad,
impidiéndonos encontrarnos con nuestros auténticas necesidades y sentimientos.
Si queremos transitar
por un camino que no haga sentir más felices, vivir la vida en plenitud tenemos
que reencontrarnos con nosotros mismos, auto conocernos. Esto, que parece
sencillo de lograr en realidad no lo es, ya que enseguida nos invade el miedo a
decepcionarnos de nosotros mismos ,de
que lo que somos este lejos de lo que deseamos ser. Es ahí donde
empezamos a extremar nuestras defensas utilizando diversos mecanismos:
Represión: mediante este mecanismo de defensa excluimos de
la conciencia: ideas, sentimientos, recuerdos que no podemos aceptar, o son
dolorosos para nosotros.
Racionalización: Buscamos excusas convincentes para tapar el
verdadero motivo que nos ha llevado a actuar de determinada manera.
Negación o inversión: No aceptamos las cosas como son,
desconociéndolas o convirtiendo un sentimiento en el opuesto.
Proyección: cuando las emociones, sentimientos nos resultan
inaceptables se la atribuimos a los otros.
Aislamiento: separamos la emoción del hecho o
acontecimiento.
Automatismo: efectuamos acciones sin pensar en ellas.
En
este trabajo de auto conocimiento tenemos que preguntarnos acerca de nuestras
necesidades, deseos, sueños; ser consciente de nuestras emociones y sus efectos;
reconocer nuestras debilidades y fortalezas; examinar nuestra escala de
valores; repensar nuestra visión del mundo y de la vida.
En esta búsqueda vamos
a encontrar partes del yo más accesibles
cualidades y defectos que aparecen de inmediato, pero otra parte esta
mas oculta reprimida que apenas tiende a salir es acallada .por normas
socioculturales que incorporamos en el transcurso de nuestra vida.
Como sucede
en la naturaleza el hombre tiene una energía constructiva y otra destructiva,
reconocer nuestros aspectos negativos sin negarlos o proyectarlos en el otro
nos permitirá dominarlos, superarlos, encontrar un equilibrio personal. También
tenemos que saber que en nuestra personalidad existen partes del otro sexo,
elementos femeninos en el varón y masculinos en la mujer que surgieron por
identificación con el progenitor del sexo opuesto.
No debemos negarlos;
aceptarlos como parte de nuestro ser nos enriquece permitiéndonos desarrollar
una personalidad más completa, logrando una mejor empatía con el otro sexo.
A
veces esta necesidad de encontrarnos con nosotros mismos surge por decisión personal , por tomar consciencia
de su importancia para elaborar nuestro proyecto de vida; otras veces se
produce en un momento de crisis ,manifestándose
en forma de angustia depresión, problemas que nos sacan de la seguridad en la
cual nos refugiamos, para cuestionarnos los cimientos de nuestra propia
existencia.
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