Autoconocerse:
Muchas veces con el
objetivo de lograr una identidad agradable a los demás nos ponemos una máscara
que poco a poco se va convirtiendo en parte de nosotros mismos y va tapando
nuestro verdadero yo. Tenemos que deshacernos de ella y afrontar la verdad de
quienes somos, que sentimos y que
deseamos .Conocer nuestras potencialidades, pero también nuestras limitaciones
.
Descubrir nuestros aspectos positivos, pero también nuestro
lado oscuro, aquellas partes de nuestro yo
que por ser negativas nos resultan inaceptables y que sin darnos cuenta las proyectamos en
los otros. Sólo si somos capaces de integrar las contradicciones que viven en
nuestro interior, podemos tener una existencia auténtica.
-Aceptarse y atreverse a ser uno mismo
Aceptarnos y
querernos incondicionalmente a pesar de nuestros defectos y errores nos
animará a mostrarnos tal cual somos sin
limitarnos por lo que piensen los demás, sin atenernos a modelos
socioculturalmente preestablecidos.
Es importante que actuemos consecuentemente con nuestro
interior, sin necesitar la aprobación de nadie ya que tenemos la más
importante: la propia .No temamos ser diferentes a los otros, ser único e
irrepetible es lo que nos hace valiosos.
-Liberarse de los miedos:
Es difícil liberarse
de los miedos más profundos, puesto que se basan en creencias muy arraigadas en
nuestra personalidad .No solo tenemos miedo a lo negativo, sino también se teme
al éxito, a la felicidad; muchas veces
nos autoboicoteamos y terminamos con nuestros proyectos antes de hacerlos posibles .Tener miedos es
natural lo importante es enfrentarlos y vencerlos, actuar a pesar de los mismos.
-Replantearse el
proyecto de vida
Habiendo determinado
quienes somos, podemos proyectarnos hacia lo que queremos ser, lo que queremos
lograr, en todos los aspectos de la vida: afectivo, laboral
sociocultural. Para esto podemos necesitar
hacer algunas elecciones nuevas, atrevernos a tomar decisiones, fijarnos
metas a corto y a largo plazo. Dar lo mejor de nosotros mismos, sin dejarnos
vencer por los fracasos , sino disponernos a aprender de ellos y superar los
obstáculos .También tenemos que
planificar nuestro tiempo libre poniendo en la agenda actividades que realmente
nos gusten que nos hacen sentir bien, así como también intentar cosas nuevas.
No las posterguemos siempre para mañana,
para cuando “todo sea perfecto “, disfrutémoslas hoy.
-Establecer relaciones óptimas con los demás
Nacimos para vivir
con otros, convivamos en armonía, para lograrlo lo fundamental es el
respeto Al relacionarnos con los demás
es muy importante conservar nuestro yo, nuestra personalidad, no nos dejemos
manipular o avasallar por los otros, digamos no, si lo deseamos, alejémonos si
es necesario. Pero no nos enredemos en confrontaciones, en rencores inútiles,
nos restan energías que podemos dedicar a las relaciones que son verdaderamente
importantes para nosotros. Abramos nuestro corazón a quienes nos quieren de
verdad, disfrutemos de su compañía, tengamos siempre presente que el diálogo abierto y
sincero enriquece permitiendo el
crecimiento de la relación.
-Aprender a disfrutar de la vida
Debido al ritmo vertiginoso de la vida actual con
frecuencia se nos hace difícil
detenernos y disfrutar de nosotros y del mundo que nos rodea. Vivir siempre
para el futuro , hace que nuestro presente pase desapercibido , haciéndonos
sentir una sensación de vacío Debemos parar y concentrarnos en lo que vemos ,
en lo que hacemos , en lo que sentimos , en el entorno; la atención refuerza la presencia de las cosas , le da intensidad a la vez que nos permite tomar conciencia de nuestro propio
vivir. Aprendamos a valorar los pequeños placeres cotidianos: una salida con nuestra
pareja, un juego con nuestros hijos,
reuniones con amigos, observar la naturaleza.
Recordemos que la
felicidad no es la meta, sino el camino, un camino que debemos disfrutar con
los cinco sentidos.
psicóloga
Nancy B Puzzi
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