Yo tuve un enemigo que mis pasos seguía,
y aunque parezca extraño yo no lo conocía,
mis planes y mis metas todas desbarataba,
mis mejores deseos por el no los lograba.
Un día pude encontrarlo y reclame su cinismo,
le destape la cara y me encontré a mi mismo.
Desde ese día todo se transformo,
pues aquel enemigo mi amigo se volvió,
mi antiguo subconsciente que antes interfería,
después me ayudaba y mis deseos cumplía.
Una vez que mis planes a el yo le confiaba,
casi sin darme cuenta el solo los lograba,
convencía a la gente, confianza me dio,
logro oportunidades que ya no malogró.
Hoy estamos de acuerdo y conocí la verdad,
todo es fácil y nada hay que no pueda lograr,
puedo ayudar a otros y no temo al destino,
pues soy solo yo quien marca mi camino,
ahora que ya no existe conflicto entre los dos.
Puedo llegar a todo, inclusive hasta Dios...
Alex Dey
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