En cualquier momento de la vida en el que uno se encuentre siempre tendrá algo o alguien que le genera cierta zozobra, pensamientos que lo hacen sufrir por cosas que no han ocurrido y tal vez jamás llegarán a ser realidad.
Y es esa bendita maña que tenemos los fobicos de tender siempre una trampa a nosotros mismos para terminar pensando en lo que no debemos, lo peor es que casi siempre vivimos asustados y ansiosos.
El sufrimiento es algo a lo que todos estamos expuestos, el problema radica en que a veces es uno mismo el que se empelicula de forma tal que termina en unos dramas eternos que se desarrollan en cámara lenta en nuestra mente, es como si pusiéramos una película de terror a rodar pero con el guión más macabro que pudiera existir.
Los enredos en la cabeza comienzan a ser tales que uno termina viviendo una realidad distorsionada, cada cosa que le pasa se ve afectada por este pensamiento negativo que lo lleva a ver el vaso medio vacío y otras veces ni siquiera ve el vaso.
Y es que sufrimos por que nos miren, nos conozcan, nos evalúen o nos critiquen negativamente, sufrimos por agradar a todo el mundo, por equivocarnos, por no hacerlo, por plata que no tenemos, por sentirnos perdedores, por personas que no valen la pena , por no tener amigos ni una vida social “normal” y si la tenemos también sufrimos. Sufrimos por enfermedades que no han llegado, por “amenazas” que no han venido pero sabemos que vendrán, por fiestas e invitaciones que no vamos a ir, sufrimos por baja y alta autoestima, por estar solos y estar acompañados.
sufrimos por las cosas que no han pasado, porque somos especialistas en ello, vivimos pensando en que el peor momento está por llegar, más fatalistas no podemos ser.
Y todo esto se convierte en un drama, porque la vida se convierte en un solo pensar, recordar y sollozar y ahí está la raíz del sufrimiento.
vivimos con zozobra y dejamos de vivir, porque cuando uno mantiene con un pie en el futuro no termina de disfrutar el presente.
Lo más probable es que al final termine padeciendo las consecuencias, consecuencias como sufrir por lo que no le compete y tener una vida triste.
Cada cosa tiene su momento y su lugar, las cosas comienzan y terminan, las personas vienen y van, la vida misma comienza y termina en algún momento y es esto lo que realmente debemos tener presente.
Hay que aceptar la vida como viene porque nadie tiene el futuro ni las personas compradas, cada cosa en su lugar y cada momento llegará, aceptemos lo que tenemos y vivimos hoy porque al fin y al cabo es lo único que tenemos, el mañana quien sabe si llegará pero el hoy siempre se podrá gozar.
Fernando .S
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